El Corporativo BMS se localiza al sur de la Ciudad de México. Rodeado de importantes vías de acceso como son Av. Revolución y el Periférico, alberga las oficinas generales y la planta de producción del Grupo Bristol Myers Squibb en México. Anteriormente, se contaba con un edificio de oficinas que, debido a su fecha de construcción en los años 50, dejó de ser funcional en cuanto a espacio e instalaciones.
De tal forma, el nuevo proyecto surgió por una necesidad de espacio. El edificio existente de oficinas, el nuevo edificio de producción y la delimitación definida por la esquina de Antonio Caso y Av. Revolución ayudaron a estructurar una escuadra de bloques.
El proyecto se estratifica en varios niveles: En el sótano, se localizan cuartos de máquinas y el estacionamiento. Una planta pública alberga el atrio de acceso, un comedor y un auditorio. Cuenta con dos niveles de oficinas divididas en dos bloques. Los siguientes dos niveles son puentes interiores que enfatizan el carácter público del vestíbulo.
El Corporativo tiene dos accesos: uno en la fachada norte, que es el principal, y otro en la fachada sur. Por lo tanto, el atrio de acceso funciona como un filtro permeable que direcciona a las personas cuando entran al edificio. Ofrece, además, bandas de cristal en los espacios públicos para lograr visuales abiertas.
Los edificios se levantan como prismas inclinados que permiten incidencia de luz y contrastes visuales permanentes: volúmenes masivos contra pieles de cristal, muros contra la transparencia de los vanos, elementos prefabricados en color naranja contra el verde del cristal y texturas de los macizos contra zonas acristaladas.
Toda esta distribución pretende responder al entorno interior y exterior del predio perteneciente al Grupo Bristol Myers Squibb.